13.10.11

La esencia del 'football' lejos de la Premier

Producto de no tener nada mejor que hacer en toda la mañana, me puse a ver hace ya algunos días soleados -y alguno que otro de lluvia- un Swindon Town-Rotherham United de League 2 antes de partir hacia Pucela (la fecha del partido dice el porqué del viaje). No lo hice por la necesidad de amenizar la espera, sino más bien por 'descubrir' al Di Canio entrenador que prometió "fútbol atractivo, con pasión y deseo" -inevitablemente impregnado de su carácter- a los aficionados del Swindon en su presentación con los robins.

El choque en sí no me decía demasiado -para que os hagáis una idea, el partido era el equivalente a un Cultural Leonesa-Atlético Tordesillas de 3ª División española-. Pero mi interés creció cuando me enteré de la movida que había tenido Di Canio días antes con Leon Clark, uno de los delanteros de la plantilla. Así que, instigado por la intriga que suscitaron en mí las historias del infrafútbol inglés narradas en "Scunthorpe hasta la muerte", conecté el stream del partido con la suerte de sintonizar Sky Sports -que siempre es un plus a la hora de ver football-, con el odioso Gary McAllister entre los tertulianos del choque.

Arrancó aquel Swindon Town-Rotherham United con un Di Canio que empezaba a ser cuestionado por la mala dinámica del equipo -solo 6 puntos de 21 posibles avalaban las críticas-. Pero el equipo respondió -los cambios que hizo Paolo tuvieron mucho que ver- y supo rehacerse y remontar, primero un 0-1 y después un 1-2, para acabar ganando 3-2 con un extraordinario Ritchie y un Connell que un minuto después de saltar al campo ya había logrado el empate (2-2) para su equipo. En el 81' marcaría el 3-2 definitivo que materializaba la remontada definitiva del Swindon mientras la grada coreaba el nombre de Paolo Di Canio -el canterano hammer Ahmed Abdulla tuvo minutos saliendo desde el banquillo, por cierto-. 


Eran muchos los motivos que hacían de los robins un equipo simpático: Di Canio, el propio Abdulla, lo buen jugador que es Ritchie, aquella remontada... Y terminaron de caerme bien cuando, al botarse un córner, se vio de pasada una Ikurriña colgada a pie de campo en una de las esquinas de County Ground -imagino que por el jugador vasco del Swindon, Lander Gabilondo-. Muchas cosas que contar de un partido 'irrelevante'/'intrascendente'.

Y como no me dejó indiferente aquel ya lejano Swindon-Rotherham, poco más de un mes más tarde decidí recibir una nueva dosis de football. Se enfrentaban el Notts County -'padre' de los colores que hoy viste la Juve- y el Hartlepool del mítico Nolberto Solano -ese día descubrí su paradero-. Un partido de League 1 -que iluminó mi tarde-noche- en el que pude comprobar los buenos mimbres de las 'otras' urracas. Un equipo con jugadores sustanciosos en casi todas sus líneas, con Edwards haciendo 'de Rory Delap' -solo que sin toalla en su ritual-, con Alan Judge venido al centro para canalizar el juego y con un delantero móvil como Hawley que hizo un doblete. Y en el banquillo esperaba su turno Cristian Montano, otro canterano hammer en 'fase de fogueo'. Salió en el 81' y tuvo el tiempo suficiente como para probar suerte tres veces desde fuera del área y anotar una de ellas para hacer el 3-0 final.

Las gradas bajas a escasos metros de los límites del campo, tan características de los estadios anglosajones, los pelotazos desde la defensa buscando al delantero, tan característicos del juego directo anglosajón... Detalles del fútbol inglés que no solo se disfrutan en la Premier League. Es la esencia del football, en definitiva.

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