25.10.11

Turno para Harkema y sus chicos

Si hay una competición en la que los equipos modestos tienen la posibilidad de poner su nombre bien alto en el panorama futbolístico nacional, sin duda, esa es la copa, la KNVB Beker en este caso. El Harkemase Boys ejemplifica de la mejor manera ese estereotipo de equipo humilde, hijos del fútbol amateur holandés, siempre se mantuvieron en un segundo plano, tercero para ser más precisos. A la sombra del principal equipo de la norteña provincia de Friesland, el Heerenveen, equipo al que curiosamente hoy se enfrentan, y de la escuadra capitalina, el Cambuur de Leeuwarden.


Su escasa mediaticidad se debe, entre otras muchas cosas, al hecho de ser un equipo de Topklasse (3ª categoría), donde el fútbol, lejos de estar dominado por el capital a gran escala, ni siquiera es profesional. Y jugadores como Jorrit Schra, suplente en el Harkemase Boys y socio del equipo vecino, en su caso del Heerenveen, atestiguan el porqué de esa escasa mediaticidad.

Sin embargo, hoy serán ellos, ya lo son, de hecho, los protagonistas de la jornada copera en Holanda, los que ocupen páginas en los principales periódicos neerlandeses. Se lo han ganado a pulso después de eliminar, no sin sufrir, en la segunda ronda a un clásico de Holanda y recién descendido de la Eredivisie como es el Willem II, con gol en la prórroga del ídolo local Oebele Schokker incluído. Aquel día las gradas de De Bosk, estadio del Harkemase Boys, registraron una entrada de entorno a 1.500 espectadores, el 30% de su capacidad total.

De Bosk

Por eso, y porque el pequeño pueblo de Harkema no tiene más de 4.300 habitantes, es de extrañar que el fondo sur del Abe Lenstra Stadion, zona destinada íntegramente para la afición harrekieten, como son conocidos, con capacidad para 5.300 espectadores, vaya a registrar un lleno absoluto para vivir este pequeño gran derby de Friesland. "Somos un pequeño pueblo agrícola, pero la gente aquí está volcada con el equipo", explicaba hoy Pieter Spinder, su presidente.

Siendo racionales, ganar la copa es sinónimo de imposible para ellos, pero nadie sino los valientes se atreven a desafiar a la lógica como lo va a hacer hoy el humilde Harkemase Boys, estando únicamente a tres puntos de la zona de descenso directo a Hofdklasse en liga tras diez jornadas disputadas. La intención, ofrecer batalla y, si es posible, colgar en su pecho el cartel de "matagigantes", lo que significará que habrá un hueco para ellos en la siguiente ronda copera. Ahora solo queda decir... Kom op, Boys!




*Curiosidad: Las gradas de De Bosk tienen una capacidad para 5.000 espectadores y Harkema tiene tan solo 4.300 habitantes.

13.10.11

La esencia del 'football' lejos de la Premier

Producto de no tener nada mejor que hacer en toda la mañana, me puse a ver hace ya algunos días soleados -y alguno que otro de lluvia- un Swindon Town-Rotherham United de League 2 antes de partir hacia Pucela (la fecha del partido dice el porqué del viaje). No lo hice por la necesidad de amenizar la espera, sino más bien por 'descubrir' al Di Canio entrenador que prometió "fútbol atractivo, con pasión y deseo" -inevitablemente impregnado de su carácter- a los aficionados del Swindon en su presentación con los robins.

El choque en sí no me decía demasiado -para que os hagáis una idea, el partido era el equivalente a un Cultural Leonesa-Atlético Tordesillas de 3ª División española-. Pero mi interés creció cuando me enteré de la movida que había tenido Di Canio días antes con Leon Clark, uno de los delanteros de la plantilla. Así que, instigado por la intriga que suscitaron en mí las historias del infrafútbol inglés narradas en "Scunthorpe hasta la muerte", conecté el stream del partido con la suerte de sintonizar Sky Sports -que siempre es un plus a la hora de ver football-, con el odioso Gary McAllister entre los tertulianos del choque.

Arrancó aquel Swindon Town-Rotherham United con un Di Canio que empezaba a ser cuestionado por la mala dinámica del equipo -solo 6 puntos de 21 posibles avalaban las críticas-. Pero el equipo respondió -los cambios que hizo Paolo tuvieron mucho que ver- y supo rehacerse y remontar, primero un 0-1 y después un 1-2, para acabar ganando 3-2 con un extraordinario Ritchie y un Connell que un minuto después de saltar al campo ya había logrado el empate (2-2) para su equipo. En el 81' marcaría el 3-2 definitivo que materializaba la remontada definitiva del Swindon mientras la grada coreaba el nombre de Paolo Di Canio -el canterano hammer Ahmed Abdulla tuvo minutos saliendo desde el banquillo, por cierto-. 


Eran muchos los motivos que hacían de los robins un equipo simpático: Di Canio, el propio Abdulla, lo buen jugador que es Ritchie, aquella remontada... Y terminaron de caerme bien cuando, al botarse un córner, se vio de pasada una Ikurriña colgada a pie de campo en una de las esquinas de County Ground -imagino que por el jugador vasco del Swindon, Lander Gabilondo-. Muchas cosas que contar de un partido 'irrelevante'/'intrascendente'.

Y como no me dejó indiferente aquel ya lejano Swindon-Rotherham, poco más de un mes más tarde decidí recibir una nueva dosis de football. Se enfrentaban el Notts County -'padre' de los colores que hoy viste la Juve- y el Hartlepool del mítico Nolberto Solano -ese día descubrí su paradero-. Un partido de League 1 -que iluminó mi tarde-noche- en el que pude comprobar los buenos mimbres de las 'otras' urracas. Un equipo con jugadores sustanciosos en casi todas sus líneas, con Edwards haciendo 'de Rory Delap' -solo que sin toalla en su ritual-, con Alan Judge venido al centro para canalizar el juego y con un delantero móvil como Hawley que hizo un doblete. Y en el banquillo esperaba su turno Cristian Montano, otro canterano hammer en 'fase de fogueo'. Salió en el 81' y tuvo el tiempo suficiente como para probar suerte tres veces desde fuera del área y anotar una de ellas para hacer el 3-0 final.

Las gradas bajas a escasos metros de los límites del campo, tan características de los estadios anglosajones, los pelotazos desde la defensa buscando al delantero, tan característicos del juego directo anglosajón... Detalles del fútbol inglés que no solo se disfrutan en la Premier League. Es la esencia del football, en definitiva.

3.10.11

Otro fracaso de los reds... de Saitama

Mientras las ligas del primer plano mediático arrancan motores, la J-League empieza a agonizar y encara su recta final con Ljungberg como nueva gran atracción y con las aspiraciones de la mayoría de equipos ya definidas. Sorpresas en ambos extremos de la clasificación, como no podía ser de otra manera. El recién ascendido y campeón de la antigua Japanese Soccer League Kashiwa Reysol se ha colado en el el Top 4 de la caslificación y competirá por el título de liga con un clasiquísimo de Japón como Yokohama F. Marinos, Gamba Osaka y con el actual campeón, el Nagoya Grampus del teórico sucesor de Wenger en el Arsenal, Dragan Stojkovic. Pero lo que llama la atención por encima de todo, incluso por encima de la gran temporada de Vegalta Sendai, es ver a un histórico como Urawa Reds remando a contracorriente para no naufragar en la J-League 2.

Zeljko Petrovic al lado de Avram Grant
Resultaba impensable imaginar al principio de la temporada que los reds estarían ahí abajo, peleando por no descender junto a rivales infinitamente inferiores sobre el papel, pero que en la práctica han demostrado tan poco como ellos. Puede que una de las causas de la actual situación del equipo sea el haber confiado las riendas del equipo a un Zeljko Petrovic que venía de ser 'el segundo' de Avram Grant en el West Ham que acabó descendiendo al Championship la temporada pasada. Y el haber seguido confiando en él después de tantas malas rachas puede que haya sido lo que les ha arrastrado hacia el abismo simplemente por inercia.

Un caso similar al de aquel West Ham vive hoy el equipo de la Mitsubishi. Una plantilla lo suficientemente competitiva como para alcanzar la permanencia de manera holgada que finalmente sucumbe sin haber dado muestras de mejora en ningún momento de la temporada. Previsivilidad, lentitud en la circulación de la pelota y salida de balón por las bandas son las características que han definido hasta ahora al equipo en lo colectivo. En lo individual, muchos jugadores han decepcionado. Se esperaba más de Kashiwagi en su segunda temporada como red. También de Marcio Richardes, que llegaba con la vitola de estrella y no ha estado a la altura de lo que demostró en Albirex Niigata. Haraguchi ha sido uno de los pocos que ha dado la cara en el 95% de los partidos y en más de una ocasión le ha salvado el pellejo a Petrovic. La J-League se le queda ya pequeña a este joven extremo, internacional con Japón Sub22, que según dijo quería ganar algún título con Urawa Reds antes de emigrar a Europa. Seguramente le veamos en los JJOO de Londres 2012.

Haraguchi y Sergio Escudero
El tiempo y el crédito se le acaban a Petrovic. El descenso se acerca y el equipo ha carecido de un once definido que garantice resultados desde que empezó la temporada allá por el mes de Marzo. Desde que Naoki Yamada se recuperó de la lesión que le mantuvo 'out' hasta hace algunos meses, ha venido siendo un fijo en la medular, donde también ha ido teniendo minutos el joven Kojima de forma discontínua en detrimento del pivote 'puro' inamovible (Nobu Yamada y Keita Suzuki) de Petrovic. El centro de la delantera quedó vacante después de que el Al-Gharafa qatarí sedujera a Edmilson . Takasaki siguió en su rol de secundario y el club fichó a Ranko Despotovic esperando resultados a corto plazo, pero decepcionó en los partidos que disputó como titular y fue relegado al banquillo. Petrovic probó entonces al español Sergio Escudero de '9', pero no dió más de lo que se esperaba y el montenegrino volvió a confiar en Despotovic para jugar entre Marcio Richardes y Haraguchi y, en los segundos tiempos, con Umesaki, que también empezó la temporada en el dique seco.

Aunque la asistencia al Saitama Stadium haya decrecido considerablemente en los últimos años, Saitama sigue siendo una de las ciudades más futboleras de Japón.

Los reds son cuartos por la cola con 29 puntos y ayer perdieron en el Expo '70 contra Gamba Osaka 1-0. Derrota 'lógica' si tenemos en cuenta las aspiraciones de uno y otro, lo que no quita de que pueda ser una derrota determinante de aquí al final de liga. Los de Petrovic tienen una de las rectas finales más difíciles de todas. En los seis partidos que restan, visitan Yokohama y reciben a Kashiwa Reysol, dos de los cuatro equipos que lucharán por ganar la liga. La clave para que se mantengan en la J1 será hacerse fuertes en casa, donde aún tienen que enfrentarse a un rival directo por la permanencia como Omiya Ardija (en el enésimo derby de Saitama de esta temporada) y a un rocosísimo Vegalta Sendai en alza que viene de ganar en Yokohama hace tres jornadas. Y siguen vivos en la Nabisco Cup (Copa de la Liga), lo que podría servir para eclipsar la mala temporada que están haciendo si consiguen alzarla, como también podría ser un 'lastre' para ellos de aquí al final de liga en cuanto a la acumulación de partidos.


Desciendan o no, los reds sumarán otro año negro al período de transición iniciado tras el último título conseguido (ganaron la AFC Champions League con Osieck en 2007). Gert Engels y Volker Finke no supieron seguir con los éxitos cosechados por Guido Buchwald y, más tarde, por Holger Osieck. Y Petrovic va por el mismo camino. Incluso peor.