3.10.11

Otro fracaso de los reds... de Saitama

Mientras las ligas del primer plano mediático arrancan motores, la J-League empieza a agonizar y encara su recta final con Ljungberg como nueva gran atracción y con las aspiraciones de la mayoría de equipos ya definidas. Sorpresas en ambos extremos de la clasificación, como no podía ser de otra manera. El recién ascendido y campeón de la antigua Japanese Soccer League Kashiwa Reysol se ha colado en el el Top 4 de la caslificación y competirá por el título de liga con un clasiquísimo de Japón como Yokohama F. Marinos, Gamba Osaka y con el actual campeón, el Nagoya Grampus del teórico sucesor de Wenger en el Arsenal, Dragan Stojkovic. Pero lo que llama la atención por encima de todo, incluso por encima de la gran temporada de Vegalta Sendai, es ver a un histórico como Urawa Reds remando a contracorriente para no naufragar en la J-League 2.

Zeljko Petrovic al lado de Avram Grant
Resultaba impensable imaginar al principio de la temporada que los reds estarían ahí abajo, peleando por no descender junto a rivales infinitamente inferiores sobre el papel, pero que en la práctica han demostrado tan poco como ellos. Puede que una de las causas de la actual situación del equipo sea el haber confiado las riendas del equipo a un Zeljko Petrovic que venía de ser 'el segundo' de Avram Grant en el West Ham que acabó descendiendo al Championship la temporada pasada. Y el haber seguido confiando en él después de tantas malas rachas puede que haya sido lo que les ha arrastrado hacia el abismo simplemente por inercia.

Un caso similar al de aquel West Ham vive hoy el equipo de la Mitsubishi. Una plantilla lo suficientemente competitiva como para alcanzar la permanencia de manera holgada que finalmente sucumbe sin haber dado muestras de mejora en ningún momento de la temporada. Previsivilidad, lentitud en la circulación de la pelota y salida de balón por las bandas son las características que han definido hasta ahora al equipo en lo colectivo. En lo individual, muchos jugadores han decepcionado. Se esperaba más de Kashiwagi en su segunda temporada como red. También de Marcio Richardes, que llegaba con la vitola de estrella y no ha estado a la altura de lo que demostró en Albirex Niigata. Haraguchi ha sido uno de los pocos que ha dado la cara en el 95% de los partidos y en más de una ocasión le ha salvado el pellejo a Petrovic. La J-League se le queda ya pequeña a este joven extremo, internacional con Japón Sub22, que según dijo quería ganar algún título con Urawa Reds antes de emigrar a Europa. Seguramente le veamos en los JJOO de Londres 2012.

Haraguchi y Sergio Escudero
El tiempo y el crédito se le acaban a Petrovic. El descenso se acerca y el equipo ha carecido de un once definido que garantice resultados desde que empezó la temporada allá por el mes de Marzo. Desde que Naoki Yamada se recuperó de la lesión que le mantuvo 'out' hasta hace algunos meses, ha venido siendo un fijo en la medular, donde también ha ido teniendo minutos el joven Kojima de forma discontínua en detrimento del pivote 'puro' inamovible (Nobu Yamada y Keita Suzuki) de Petrovic. El centro de la delantera quedó vacante después de que el Al-Gharafa qatarí sedujera a Edmilson . Takasaki siguió en su rol de secundario y el club fichó a Ranko Despotovic esperando resultados a corto plazo, pero decepcionó en los partidos que disputó como titular y fue relegado al banquillo. Petrovic probó entonces al español Sergio Escudero de '9', pero no dió más de lo que se esperaba y el montenegrino volvió a confiar en Despotovic para jugar entre Marcio Richardes y Haraguchi y, en los segundos tiempos, con Umesaki, que también empezó la temporada en el dique seco.

Aunque la asistencia al Saitama Stadium haya decrecido considerablemente en los últimos años, Saitama sigue siendo una de las ciudades más futboleras de Japón.

Los reds son cuartos por la cola con 29 puntos y ayer perdieron en el Expo '70 contra Gamba Osaka 1-0. Derrota 'lógica' si tenemos en cuenta las aspiraciones de uno y otro, lo que no quita de que pueda ser una derrota determinante de aquí al final de liga. Los de Petrovic tienen una de las rectas finales más difíciles de todas. En los seis partidos que restan, visitan Yokohama y reciben a Kashiwa Reysol, dos de los cuatro equipos que lucharán por ganar la liga. La clave para que se mantengan en la J1 será hacerse fuertes en casa, donde aún tienen que enfrentarse a un rival directo por la permanencia como Omiya Ardija (en el enésimo derby de Saitama de esta temporada) y a un rocosísimo Vegalta Sendai en alza que viene de ganar en Yokohama hace tres jornadas. Y siguen vivos en la Nabisco Cup (Copa de la Liga), lo que podría servir para eclipsar la mala temporada que están haciendo si consiguen alzarla, como también podría ser un 'lastre' para ellos de aquí al final de liga en cuanto a la acumulación de partidos.


Desciendan o no, los reds sumarán otro año negro al período de transición iniciado tras el último título conseguido (ganaron la AFC Champions League con Osieck en 2007). Gert Engels y Volker Finke no supieron seguir con los éxitos cosechados por Guido Buchwald y, más tarde, por Holger Osieck. Y Petrovic va por el mismo camino. Incluso peor.

1 comentario:

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