Su escasa mediaticidad se debe, entre otras muchas cosas, al hecho de ser un equipo de Topklasse (3ª categoría), donde el fútbol, lejos de estar dominado por el capital a gran escala, ni siquiera es profesional. Y jugadores como Jorrit Schra, suplente en el Harkemase Boys y socio del equipo vecino, en su caso del Heerenveen, atestiguan el porqué de esa escasa mediaticidad.
Sin embargo, hoy serán ellos, ya lo son, de hecho, los protagonistas de la jornada copera en Holanda, los que ocupen páginas en los principales periódicos neerlandeses. Se lo han ganado a pulso después de eliminar, no sin sufrir, en la segunda ronda a un clásico de Holanda y recién descendido de la Eredivisie como es el Willem II, con gol en la prórroga del ídolo local Oebele Schokker incluído. Aquel día las gradas de De Bosk, estadio del Harkemase Boys, registraron una entrada de entorno a 1.500 espectadores, el 30% de su capacidad total.
De Bosk |
Por eso, y porque el pequeño pueblo de Harkema no tiene más de 4.300 habitantes, es de extrañar que el fondo sur del Abe Lenstra Stadion, zona destinada íntegramente para la afición harrekieten, como son conocidos, con capacidad para 5.300 espectadores, vaya a registrar un lleno absoluto para vivir este pequeño gran derby de Friesland. "Somos un pequeño pueblo agrícola, pero la gente aquí está volcada con el equipo", explicaba hoy Pieter Spinder, su presidente.
Siendo racionales, ganar la copa es sinónimo de imposible para ellos, pero nadie sino los valientes se atreven a desafiar a la lógica como lo va a hacer hoy el humilde Harkemase Boys, estando únicamente a tres puntos de la zona de descenso directo a Hofdklasse en liga tras diez jornadas disputadas. La intención, ofrecer batalla y, si es posible, colgar en su pecho el cartel de "matagigantes", lo que significará que habrá un hueco para ellos en la siguiente ronda copera. Ahora solo queda decir... Kom op, Boys!
*Curiosidad: Las gradas de De Bosk tienen una capacidad para 5.000 espectadores y Harkema tiene tan solo 4.300 habitantes.