18.2.11

El "hermano pequeño" se reinventa para ganar

Es probable que cada cual tenga su propia lectura después de ver cómo el Arsenal le remontaba un 0-1 al Barça en los minutos finales. Unos quizá culpen a Guardiola por quitar a Villa y sacar a Keita cuando el partido no estaba sentenciado ni mucho menos, quieras que no, un delantero incordiando en tu campo siempre te obliga a ser más conservador de cara al ataque. Otros culparán a Valdés por el fallo que propició el empate de Van Persie, pero fue él quien salvó el 1-0 en el primer ataque con peligro del Arsenal. Sin demeritar a Wenger, también habrá quien alabe el cambio, necesario aunque arriesgado, de Arshavin por Song. Cierto es que tenía una amarilla e incluso rozó la expulsión, pero en ese momento el Barça acaparaba el balón y él era el único mediocentro puro, el único que hacía algo por robar posesiones en posiciones adelantadas.

Ya en frío, volví a ver el partido de nuevo y me di cuenta de varias cosas. Una de ellas fue tan simple como que ni el Arsenal fue tan bueno, ni el Barça tan malo. Le costó despertar al Barça, pero a partir del minuto 15, prácticamente mantuvo la posesión con cierta regularidad hasta el final del partido. Era el estilo de siempre, pero con muy poca profundidad, no hay que olvidar que enfrente estaba el Arsenal. Messi falló ocasiones que acostumbra a meter y Pedrito sucumbió ante un Koscielny imperial. Todo ello y tal vez un exceso de confianza hizo que el Barça no fuese capaz de cerrar el partido con 0-1 a favor.

En el otro campo aguardaba un Arsenal que salió a hacer daño desde el principio. Intentó mantener el esférico en su poder y llegó a conseguirlo hasta que el Barça espabiló. Entonces no le quedó más remedio que reinventarse y prepararse para robar y salir a la contra con Walcott , Van Persie y Nasri cual obuses. Contra el Barça estuvo dominado durante casi todo el partido y tuvo suerte de pillar un contragolpe culminado por un Van Persie que se ha adaptado totalmente a la posición de "9", y perfectamente asistido por Nasri, 2-1. Es el Arsenal de Arsène, un equipo versátil, con recursos, agradable de ver en sus dos versiones: la de toque a la que nos tiene acostumbrados y la que se vio contra el Barça, que espera agazapada, recupera el balón y llega al área rival en segundos.

Sea como fuere, todo queda pendiente para la vuelta. Volveremos a tener ocasión de disfrutar de este “duelo fraticida”, Barça-Arsenal, hoy día pasa por ser el partido de los partidos. Estoy seguro de que en el Camp Nou veremos un partido totalmente diferente, me espero un Barça menos confiado y superior sobre todo. Wenger tendrá que reinventar el estilo de su equipo, aunque hará falta más que un buen contragolpe para llevarse la eliminatoria. Mourinho tiene la clave.

Porcentajes para la vuelta: Barça 59% - Arsenal 41%

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