2.9.11

Las secuelas del 'deadline day' (II)

Cuando la marcha de dos de tus mejores jugadores es un secreto a voces y no buscas un relevo de nivel para ellos antes de que se esfumen, te sucede lo mismo que al Arsenal. Se fueron Cesc y Nasri, y Wenger, que siempre había confiado en retenerlos, tuvo que buscar soluciones ‘sobre la bocina’. El alsaciano firmó a Park Chu Young cuando su fichaje por el Lille parecía inminente. Simultáneamente, André Santos llegaba desde el Fenerbahçe para cubrir la baja de Clichy en el lateral zurdo. Benayoun, que no contaba para Villas Boas en el Chelsea, se convertía en gunner y, ya en el tiempo añadido, el Everton aceptaba la irrisoria cifra de 12 millones de euros por Arteta. Todo sucedió a última hora. Deprisa y corriendo. Tanto que muchos aficionados gunners se habrán planteado si el 'modelo Wenger' ya no da más de sí. Puede que pedirle a este equipo que luche por el tercer puesto incluso podría parecer excesivo. Pero quién sabe.

Dejando a un lado el tema Wenger, el deadline day también nos dejó una pugna interesante entre Fulham y Newcastle por fichar a Bryan Ruiz, un jugador con nivel para un grande. Fueron los cotaggers quienes pudieron anunciar la contratación del mejor tico por 12 ‘kilos’ finalmente, no por 10 como se esperaba desde un principio. Y sin movernos de Londres, al oeste de la ciudad el Chelsea preparaba el contrato de Raúl Meireles ante la negativa de Redknapp sobre el traspaso de Modric.

El caso del croata es uno de tantos culebrones que han tenido final abrupto este verano. El ‘protegido’ por Redknapp seguirá en el Tottenham retenido contra su voluntad por lo menos hasta el mercado invernal. Otro que no cambia de equipo es Sneijder. Después de tenerlo ‘casi hecho’ con el United –reconocido por él mismo- y coquetear con el City, finalmente será parte del nuevo proyecto interista, junto a Forlán, Zárate y compañía.

Y como 24 horas dan para mucho, no podían faltar las exclusivas. Cierto o no, goal.com anunció en exclusiva una megaoferta que hizo retumbar los cimientos del fútbol y la economía europea: El Anzhi había ofrecido al Oporto 87 ‘machacantes’ por Hulk. Personalmente, no me lo creí. Como tampoco me creí que Wenger, conocido entre otras cosas por no pagar precisamente ingentes sumas de dinero por un jugador, hiciera una oferta de 40 millones por Mario Götze. Tapar agujeros es una cosa y quitar toda una deuda acumulada de un plumazo, es otra. El Borussia de Dortmund lo habría hecho si Jurgen Klopp hubiera aceptado esa transacción bancaria que Wenger le propuso a última hora del día.

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