El Calcio nos deparó una jornada bastante interesante este domingo viendo los posibles movimientos que podían efectuarse en la zona alta de la tabla, calculadora en mano. Perdieron Inter y Lazio contra Udinese y Bologna, respectivamente, cosa que supieron aprovechar muy bien Milan y Napoli al ganar sus respectivos encuentros contra Cesena y Bari, lo que les permitió ampliar la diferencia de puntos respecto a sus perseguidores y consolidarse en 1º y 2º puesto. Dice el refrán que, “a río revuelto, ganancia de pescadores”, y eso es lo que sucedió con la Roma, que tras vencer el día anterior al Cagliari cómodamente sin demasiado brillo, se colocó en tercer lugar con 38 puntos, a 6 del líder y a 2 del Napoli.
He dejado a los dos equipos lombardos para el final porque considero son los dos que deberían ocupar las dos primeras posiciones cuando finalice la temporada.
He dejado a los dos equipos lombardos para el final porque considero son los dos que deberían ocupar las dos primeras posiciones cuando finalice la temporada.
Ahora que Leonardo y su Inter saben lo que es perder, es hora de hablar un poco de ello. Cierto es que ganar 6 partidos de 7 jugados es algo muy positivo para el equipo después de ver cómo iban las cosas. También es cierto que perder en Udine para nada es algo sorprendente, ni mucho menos. El Udinese es un equipo hecho, que juega muy bien, que tiene un goleador como Di Natale que interviene en el juego constantemente, que tiene un mediocentro de garantías como Inler, que desborda por la banda con la conexión chilena Isla-Alexis Sánchez. En definitiva, un equipo que hizo 4 goles al Milan en San Siro, quizá eso lo resuma todo. El 3-1 de Udine bajó de las nubes al Inter. La pegada de la que habían dependido hasta ahora se vio empañada por su pobre centro del campo y por el hecho de no saber dominar los partidos, y el resultado fue nefasto.
El Inter sigue 5º y la diferencia de puntos con el Milan se ha ido hasta los 9, aunque con un partido menos. Aún así, creo que el Inter todavía tiene cosas que decir de aquí al final de liga, una plantilla no puede bajar tanto el rendimiento después de haber ganado un triplete un año antes. Que los Eto’o, Milito, Cambiasso, Maicon y Sneijder recuperen o no el nivel mostrado el año pasado decidirá hacia dónde camina este Inter.
Por último, hablaré del líder: el Milan. Gana sin enamorar. Es otro equipo que depende muchísimo de su pegada, quizá más que el Inter. Lo que pasa es que uno tiene más calidad arriba que el otro, y eso puede marcar diferencias. El efecto Cassano ya se está haciendo notar en forma de asistencias y conexiones con Robinho e Ibra. “A falta de Pirlos buenos son Cassanos”, debió pensar Allegri confiándole una absoluta movilidad por toda la zona de tres cuartos de cancha. Y “Talentino” respondió bien. Desplazó a Pato del 11 inicial frente a Bari en Coppa y contra Cesena en liga, y al equipo no le costó ganar. Ibra y él se entienden, y eso es importante. Si además le sumamos un soberbio Robinho, la cosa no pinta nada mal. La única pega que le veo al sistema que usa Allegri con este tridente es la posición de Cassano. Juega por detrás de Ibra y Robinho, aunque se le puede ver por la derecha y por la izquierda, igual que a Robinho. Esto obliga a que Merkel, mediapunta alemán de 18 años que ha venido disputando minutos con asiduidad, se desplace hacia la zona de volantes defensivos, jugando de interior por la izquierda, donde aparece mucho menos en el juego rossonero. De todas formas, con la delicatesen que posée el Milan arriba, va a ser difícil que se le escape este Scudetto, teniendo en cuenta, además, la diferencia abismal con el Inter, aunque tampoco puede relajarse porque el Napoli está al acecho.
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